miércoles, 18 de julio de 2012

Los juegos del hambre

(The Hunger Games, EE.UU., 2012)

Compositor: James Newton Howard

Sello: Republic

Duración: 58 min.

 

James Newton Howard es de esos compositores a los que les sobra talento y les faltan proyectos o ganas para que un proyecto exprima toda su capacidad musical. Se me ocurre que, como Danny Elfman o John Barry, parecen estar por encima ya del bien y del mal. Y como tienen tanto talento, sus composiciones tienen calidad, pero creo que se les puede exigir un paso más.

Este proyecto, en un principio iba a ser para el mencionado Elfmann. Y tenía pinta de resultar un proyecto ilusionante, la verdad. No se sabe exactamente qué propició la ruptura, pero provocó que Newton Howard se hiciera cargo del proyecto. Y lo ejecutara en tres semanas. Tiempo que, a priori, se antoja escaso para toda la música de una película.

El resultado era esperable. Una composición sin personalidad, sin cuerpo, en la que sólo por momentos se puede vislumbrar la capacidad extraordinaria de este compositor. Tanto es así, que sus compases se han visto reducidos al máximo en la película. Primando el silencio o canciones escogidas para el proyecto interpretadas por grupos de diferente calado musical.

 

Como ya es costumbre últimamente en bastantes producciones, se han editado dos discos con la música de la banda sonora. Uno con canciones originales y no originales pensado para el público más joven (que en este caso, además, está incompleto). Y otro con los música original de James Newton Howard, en la que profundizaremos de manera más extensa en este análisis.

 

Es verdad que el comienzo con "The Hunger Games" parece más prometedor que su resultado. El sonido del címbalo sorprende, pero no llega a alcanzar un nivel necesario de emotividad.

 

 

Hay que reconocer, sin embargo, que hay retazos de maestría en los momentos más dramáticos de "The Train" y al final con "Returning Home". Es por esos momentos más "clásicos" por los que se nota la calidad de la que hablamos. Un manejo armónico notable y unos acordes quizá un poco más efectistas que emocionantes, pero que conmueven.

 

Destacable en estos momentos tambiénes el uso del chelo. Que el compositor maneja con habilidad en "Healing Katniss" y en "Rue's Farewell". Estamos en la mejor parte de su composición.

 

 

Sin embargo, lo que más se quedará en los oídos de los espectadores será la fanfarria del Capitolio. Una composición de que, como ya ocurre con el resto de los temas de la composición, no se deja más que entrever en momentos puntuales a lo largo del disco.

 

M8mm

 

 

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