miércoles, 30 de noviembre de 2011

Un método peligroso

(A Dangerous Method, Reino Unido, Alemania, Canadá, 2011)
Compositor: Howard Shore
Sello: Sony Music Ent.
Duración: 62,17 min.

David Cronenberg se aleja de su lado más gore y violento (La mosca, Una historia de violencia) para crear esta joya visual pero de contenido psicológico-filosófico más que cuestionable. Lo interesante hubiera sido narrarnos el encuentro entre tres (o cuatro) de los más importantes psicólogos/analistas de principios del siglo XX: Sigmund Freud (Viggo Mortensen), Carl Gustav Jung (Michael Fassbender) y Sabina Spielgrein (Keira Knigthley), con la breve aparición de Otto Gross, otro analista de ese período encarnado por Vincent Cassel. Pero Cronenberg, como ya hiciera en Crash, toma partido por una ideología que ensalza la liberalización de los deseos más primarios en una forma de pansexualismo que, lejos de haber sido superada, está cada vez más vigente entre nosotros.

Y es una pena, porque la factura cinematográfica de la película es casi impecable. Una fotografía que nos impacta, unas buenas interpretaciones de los protagonistas y un guión, muy al estilo de Cronenberg, cuidado y afilado para remover nuestras mentes (algo elogiable en cualquier caso). Como fondo de esta pintura, la música de uno de los grandes: Howard Shore (la trilogía de El Señor de los Anillos, El aviador), que ya colaboró con el director canadiense en la mencionada Una historia de violencia. Una música interesante en cuanto a concepción y contextualización que pasamos a analizar un poco más en detalle.


Si hacemos una visión global de la música de Shore para esta película, nos daremos cuenta de que no estamos ante una partitura de música de cine al uso. Parecería más bien que se trata de una especia de concierto para piano y orquesta. Y creo que, conceptualmente, acierta con la fórmula. El problema es que alarga demasiado un formato que no da para tanto (el más claro ejemplo es el corte titulado "Burghölzli"). Un ejercicio de este tipo necesita partes lo suficientemente amplias que permitan desarrollar la música con más libertad. Si no, reducir este desarrollo a los breves momentos que permite una película encorseta demasiado la partitura.



El contexto musical parece el adecuado al cien por cien. Podríamos decir que se queda un poco entre el Gustav Mahler de la última época (primera década del siglo XX) y la primera etapa más intimista, menos grandilocuente y algo convencional de Richard Wagner. Y no desentona. Pero precisamente en ese mimetismo encontramos el primer problema: el tono. Toda la música, como en algunos períodos de los compositores antes mencionados, evoca una pesadumbre y una tristeza que nos sume en una atmósfera que no nos hace disfrutar, sino que parece ahogarnos. Con el propio tema principal, que ya escuchamos más arriba, Howard Shore hace malabarismos (en esto de las variaciones es muy competente) hasta conseguir "Freedom".



A modo de curiosidad, Mahler tuvo un breve pero muy célebre encuentro con Freud tras descubrir, en el verano de 1910, que su esposa Alma se era infiel con el joven arquitecto Walter Gropius. Este episodio ha dado lugar a numerosas especulaciones, seguramente la mayoría de ellas infundadas, pero lo cierto es que a partir de ese momento Mahler cayó en una terrible depresión que hizo que dejara inacabada la 10ª sinfonía que tenía a punto de terminar. Incluso se ha hecho una película germano-austriaca sobre este particular el año pasado dirigida a dúo por Percy Adlon y Felix O. Adlon (padre e hijo) y titulada Mahler en el diván.


Para terminar, un regalo excepcional para los amantes de la música "clásica": el poema sinfónico Siegfried Idyll (El idilio de Sigfrido), para orquesta de cámara, WWV 103, interpretado por el chino Lang Lang, considerado por muchos el mejor pianista del mundo. Y, aunque no lo sea, qué más da. La música es preciosa. Lan Lang es sencillamente impecable.


Siegfried Idyll (performed by Lang Lang) by Howard Shore on Grooveshark


M8mm

2 comentarios:

  1. ¡Veo las pelis casi al mismo tiempo que tú escuchas las bandas sonoras! Ésta la "escuché" ayer y me pareció fantástica.

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  2. En realidad escucho la banda sonora casi siempre bastante antes del estreno de la película (cuando sale al mercado). Lo que pasa es que, para poder criticar la música de una película, tienes que ver la película para la que está compuesta. Si no, no sirve para nada.

    ¡Gracias por comentar!

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