lunes, 7 de noviembre de 2011

Detrás de las paredes

(Dream House, EE.UU., 2011)
Compositor: John Debney
Sello: Varèse Sarabande
Duración: 56 min.


Detrás de las paredes es un claro ejemplo de banda sonora que supera claramente a la película. La realización y promoción de este thriller de 2011 ha sido desastrosa desde sus inicios, a pesar de contar en la dirección y producción con el más que respetable Jim Sheridan (En el nombre del padre, Brothers - Hermanos) y un elenco de actores de notable caché como Daniel Craig, Rachel Weisz o Naomi Watts. Sin embargo la música de John Debney, nominado en 2005 al Oscar a la Mejor Banda Sonora Original por La Pasión de Cristo, reclama un merecido reconocimiento.
                                                                                                                                              
El argumento se centra en la historia un editor (Daniel Craig) y su familia que deciden mudarse a la “casa de sus sueños” (ésta sería la traducción del título en inglés) en Connecticut. Como ya hemos visto en películas de suspense similares, todo comienza a complicarse cuando la familia descubre que los ocupantes anteriores de la casa fueron asesinados. Todo demasiado simple; demasiado poco sorprendente y lineal para una película de estas características, que por momentos tiende a ser un eco lejano de M. Night Shyamalan, incluyendo un giro en el desarrollo de la historia hacia la mitad del metraje.

De forma contraria a lo convencional del guión, en esta banda sonora encontraremos momentos de una brillantez emocional que nos cautivarán de manera excepcional. Pero esto no es ninguna sorpresa. Debney ya había demostrado anteriormente que se mueve con soltura en este tipo de thrillers fantasmales con su música para Dragonfly. No sabemos hasta dónde debieron influir las decisiones de última hora que se tomaron para hacer presentable la película, pero al contrario que la mencionada Dragonfly, y aunque el resultado en la película es excelente, es una pena que el disco de esta banda sonora no cuente con un desarrollo más coherente. Fuera de ese desorden musical, sería música de 5 estrellas.

En esencia, es una banda sonora dominada por el género clásico orquestal. No sucumbe, como la mayoría de las cintas del género, a la música electrónica, que siempre ofrece resultados más planos. La mejor muestra de este buen hacer es el tema principal que se nos presenta en el primer corte del disco, Dream House. Unos compases memorables en los que hay tres frases de notas que se repiten con una sutileza maravillosa, creando una melodía etérea y misteriosa. En muchos sentidos, Debney emula el formato utilizado por otros maestros del terror como Christopher Young (El sicario de Dios) o John Ottman (Sin identidad, La víctima perfecta) que nos introducen emocionalmente en músicas melódicas antes de disolverlas entre los recursos más habituales en las secuencias de miedo. Hablamos hace poco de otro ejemplo parecido en La cosa, de Marco Beltrami. Este es el tema que utiliza el compositor californiano para arrancar y cerrar la banda sonora, dando la impresión de círculo muy agradable. De hecho, utiliza la voz femenina a tal efecto alcanzando un desarrollo mayor en los créditos finales.



También destacan instrumentalmente el diálogo entre el xilófono y el piano, para dar paso a un lamentoso violonchelo que escucharemos más adelante en Little Girls Die. Oscureciéndose cada vez más con un solitario oboe en el final de Night Fever, y alcanzando un tono máximo de gravedad en algunos compases del comienzo de Peter Saves Ann/Redemption, donde vuelve a retomar el violonchelo y el oboe.

Para apoyar la fuerza de este tema principal, frente a los momentos poco relevantes de disonancias y percusión característicos del género, varios temas secundarios hacen referencia a él en varios momentos. Se realza así la idea melódica asociada a la ciudad como lugar seguro y amigable, frente a la inseguridad que vive la familia en la casa de campo. Si os fijáis bien, os recordará en muchos momentos al esquema utilizado por Howard Shore para El silencio de los corderos.


Os dejamos disfrutar del último corte de la banda sonora, Dream House End Credits. Sin ninguna duda, una de las mejores composiciones de música para películas del 2011. Disfrutad.


M8mm

1 comentario:

  1. Suena muy bien el trocito de los créditos. Lástima ese desequilibrio entre BSO y película...
    CiT.

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