viernes, 21 de octubre de 2011

El árbol de la vida (The Tree of Life) - 2ª parte

(The Tree of Life, EE.UU., 2010)
Compositor: Alexandre Desplat
Año: 2011 


     Como en composiciones anteriores de Desplat (El discurso del rey o El curioso caso de Benjamin Button), el piano es el instrumento que alcanza mayor protagonismo. Se nota que es el que más domina y el que le sirve como catalizador de todo su desarrollo musical. Un desarrollo sencillo en cuanto a lo formal, pero acertadísimo en contribuir al fluir de la música en la película. Apenas pequeños conjuntos de cuerda, piano y… ¡voilà! De hecho, destaca poderosamente a los oídos la ausencia casi total del uso de instrumentos de viento o percusión en toda la película.

     Por ejemplo, la pieza de apertura “Childhood” (Infancia), está compuesta de pequeñas figuras musicales de piano que se colocan salteadas como gotas de agua sobre un pedal (nota sostenida) de viento. Si podemos describir la película como una meditación sobre el significado de la vida, ésta sería la pieza más representativa. Sobre esta simplicidad, Desplat da un paso más en “Circles” (Círculos), el corte más ecléctico de todos. Un buen esfuerzo de música electrónica que nos conmueve y nos excita durante 11 (¿largos?) minutos. No especialmente lograda, pero sí que podemos destacar esos momentos de cello tan primarios. Tan del comienzo de todo.


     “River” (Río) es, para mí, la pieza más atractiva de todo el conjunto. Y con ella comenzamos a descubrir algunas cosas. El compositor francés recoge los pedazos de notas de la primera pista y los convierte en una melodía que realmente parece fluir como el agua, un poco al estilo James Horner, pero sin los metales. Me recuerda mucho a Ludovico Einaudi o, salvando las evidentes distancias, a algunos pasajes de Michael Nyman. Otra cosa que destaca es que es la primera ocasión en la que vemos los paralelismos entre elementos e instrumentos musicales que utilizará Desplat a lo largo de toda su composición. En este caso, se sirve del piano (sólo el piano) para identificar su música con el agua. Esto mismo lo hará con el arpa y el cielo en “Clouds” (Nubes) y “Skies” (Cielos). Así como las notas solas de violín y cello para contrastes de luz y oscuridad (“Light & Darkness”) o en “Good & Evil” (El Bien y el Mal).

Otras dos melodías que se desarrollan en la banda sonora son las que corresponden a “Motherhood” (Maternidad) y “Fatherhood” (Paternidad). No son grandes descubrimientos, pero cumplen su función de diferenciar los caracteres del padre (Brad Pitt) y la madre (Jessica Chastain) de la familia. La sorpresa viene con “Awakening” (Despertar). Un corte intimista muy al estilo de John Barry al final de su carrera. Una pieza que contrasta con "Temptation" (Tentación), cerca del final del álbum. El gran lunar de esta banda sonora. Una pieza francamente aburrida.

     Aunque lo hemos hecho por una cuestión de formato, no se puede juzgar esta composición como una serie de piezas aisladas sino como un todo que se engarza y conecta de principio a fin. Salvo, quizá, con una pequeña excepción. Ya nunca podré recordar algún pasaje del Libro de Job (“¿Dónde estabas cuando cimenté la tierra?”, Job 38:4) sin escuchar de fondo la cuarta sinfonía de Brahms. Y, la verdad, me alegro por ello. Gracias señor Malick; gracias señor Desplat.


M8mm

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