(A Dangerous Method, Reino Unido, Alemania, Canadá, 2011)
Compositor: Howard Shore
Sello: Sony Music Ent.
Duración: 62,17 min.
David Cronenberg se aleja de su lado más gore y violento (La mosca, Una historia de violencia) para crear esta joya visual pero de contenido psicológico-filosófico más que cuestionable. Lo interesante hubiera sido narrarnos el encuentro entre tres (o cuatro) de los más importantes psicólogos/analistas de principios del siglo XX: Sigmund Freud (Viggo Mortensen), Carl Gustav Jung (Michael Fassbender) y Sabina Spielgrein (Keira Knigthley), con la breve aparición de Otto Gross, otro analista de ese período encarnado por Vincent Cassel. Pero Cronenberg, como ya hiciera en Crash, toma partido por una ideología que ensalza la liberalización de los deseos más primarios en una forma de pansexualismo que, lejos de haber sido superada, está cada vez más vigente entre nosotros.
Y es una pena, porque la factura cinematográfica de la película es casi impecable. Una fotografía que nos impacta, unas buenas interpretaciones de los protagonistas y un guión, muy al estilo de Cronenberg, cuidado y afilado para remover nuestras mentes (algo elogiable en cualquier caso). Como fondo de esta pintura, la música de uno de los grandes: Howard Shore (la trilogía de El Señor de los Anillos, El aviador), que ya colaboró con el director canadiense en la mencionada Una historia de violencia. Una música interesante en cuanto a concepción y contextualización que pasamos a analizar un poco más en detalle.