(Dream House, EE.UU., 2011)
Compositor: John Debney
Sello: Varèse Sarabande
Detrás de las
paredes es un claro ejemplo de banda sonora que supera claramente a la
película. La realización y promoción de este thriller de 2011 ha sido
desastrosa desde sus inicios, a pesar de contar en la dirección y producción
con el más que respetable Jim Sheridan (En
el nombre del padre, Brothers - Hermanos) y un elenco de actores de notable
caché como Daniel Craig, Rachel Weisz o Naomi Watts. Sin embargo la música de
John Debney, nominado en 2005 al Oscar a la Mejor Banda Sonora Original por La Pasión de Cristo, reclama un merecido
reconocimiento.
El argumento se
centra en la historia un editor (Daniel Craig) y su familia que deciden mudarse
a la “casa de sus sueños” (ésta sería la traducción del título en inglés) en Connecticut.
Como ya hemos visto en películas de suspense similares, todo comienza a
complicarse cuando la familia descubre que los ocupantes anteriores de la casa fueron
asesinados. Todo demasiado simple; demasiado poco sorprendente y lineal para
una película de estas características, que por momentos tiende a ser un eco
lejano de M. Night Shyamalan, incluyendo un giro en el desarrollo de la
historia hacia la mitad del metraje.
De forma contraria a
lo convencional del guión, en esta banda sonora encontraremos momentos de una
brillantez emocional que nos cautivarán de manera excepcional. Pero esto no es
ninguna sorpresa. Debney ya había demostrado anteriormente que se mueve con
soltura en este tipo de thrillers fantasmales con su música para Dragonfly. No sabemos hasta dónde
debieron influir las decisiones de última hora que se tomaron para hacer
presentable la película, pero al contrario que la mencionada Dragonfly, y
aunque el resultado en la película es excelente, es una pena que el disco de esta
banda sonora no cuente con un desarrollo más coherente. Fuera de ese desorden
musical, sería música de 5 estrellas.
En esencia, es una
banda sonora dominada por el género clásico orquestal. No sucumbe, como la
mayoría de las cintas del género, a la música electrónica, que siempre ofrece
resultados más planos. La mejor muestra de este buen hacer es el tema principal
que se nos presenta en el primer corte del disco, Dream House. Unos compases memorables en los que hay tres frases de
notas que se repiten con una sutileza maravillosa, creando una melodía etérea y
misteriosa. En muchos sentidos, Debney emula el formato utilizado por otros
maestros del terror como Christopher Young (El
sicario de Dios) o John Ottman (Sin
identidad, La víctima perfecta) que nos introducen emocionalmente en
músicas melódicas antes de disolverlas entre los recursos más habituales en las
secuencias de miedo. Hablamos hace poco de otro ejemplo parecido en La cosa, de Marco Beltrami. Este es el tema que utiliza el compositor californiano
para arrancar y cerrar la banda sonora, dando la impresión de círculo muy
agradable. De hecho, utiliza la voz femenina a tal efecto alcanzando un
desarrollo mayor en los créditos finales.
También destacan
instrumentalmente el diálogo entre el xilófono y el piano, para dar paso a un
lamentoso violonchelo que escucharemos más adelante en Little Girls Die. Oscureciéndose cada vez más con un solitario oboe
en el final de Night Fever, y alcanzando
un tono máximo de gravedad en algunos compases del comienzo de Peter Saves Ann/Redemption, donde vuelve
a retomar el violonchelo y el oboe.
Para apoyar la
fuerza de este tema principal, frente a los momentos poco relevantes de
disonancias y percusión característicos del género, varios temas secundarios hacen
referencia a él en varios momentos. Se realza así la idea melódica asociada a
la ciudad como lugar seguro y amigable, frente a la inseguridad que vive la
familia en la casa de campo. Si os fijáis bien, os recordará en muchos momentos
al esquema utilizado por Howard Shore para El
silencio de los corderos.
Os
dejamos disfrutar del último corte de la banda sonora, Dream House End Credits. Sin ninguna duda, una de las mejores
composiciones de música para películas del 2011. Disfrutad.
M8mm
Suena muy bien el trocito de los créditos. Lástima ese desequilibrio entre BSO y película...
ResponderEliminarCiT.